En la Puebla de los Pardos o La Gotera, hoy es conocido por el Barrio de Los Ángeles, en la Provincia de Cartago, hacen ya 315 años después de su milagrosa aparición, sucedió lo impensable: el santuario fue profanado y su sacristán fue asesinado. La Negrita fue despojada de joyas de gran valor. La población enardecida y en una total cacería, encontraron las joyas de la Virgen y al profanador José León Sánchez, un joven, campesino, analfabeto, hijo de una campesina que ejercía la prostitución. Fue calificado como el crimen más abominable de toda la historia costarricense.
Tan grande la furia social del momento, que nadie indago y culparon a José León. Fue apresado, torturado salvajemente y excomulgado por la iglesia. Nadie lo defendió y fue condenado a cadena perpetua y enviado a la peor prisión.